lunes, 13 de diciembre de 2010

Jesús, necesito, entrar un poco en tu mundo:
Necesito de tu alegría, para mi corazón distraído.
Necesito tu mano, para que me guíe por el camino cierto.
Necesito la verdadera esperanza en mis horas tristes.
Necesito que vengas y te sientes a mi lado
Necesito que compartas mi condición humana
sabiendo lo duro que tantas veces está mi corazón 
y lo frió que está mi pensamiento.
Necesito que tu cielo pase una vez más a mi tierra.
Necesito esperar tu llegada y preparar mi interior
Necesito que la Noche de la Navidad sea Noche Santa.
Por eso, dame la  humildad para necesitarte y la vigilancia para esperarte.