domingo, 22 de agosto de 2010

El amor es una enfermedad peligrosa.

“Siempre te voy a amar”, “Sos la mujer de mi vida”,  y sobre todo “No te voy a dejar nunca”, son las típicas frases que decimos cuando estamos enamorados. ¿Quien no lo dijo por lo menos una vez? Pero lo que seguramente no sabes es que la dopamina, que es un neurotransmisor aumenta durante la fase de enamoramiento. Digamos que esa dopamina es una especie de droga natural que hace que veamos el mundo color rosa, perfecto. Pero sus niveles tienden a normalizarse despues de un tiempo. Está científicamente demostrado que el amor romántico y pasional tiene un final. Es muy fácil decir “casémonos, vivamos juntos”, pero lo difícil, lo que realmente cuesta, es decir “sigamos juntos”. Despues de un tiempo van diciendo que se hartan, que es una maniática, que no me deja ver el partido de fútbol con mis amigos, que no para de limpiar la casa. Entonces ahi aparecen los amantes. Uno dice que se va a jugar al fútbol pero en cambio esta con otra, y mientras tanto las mujeres no se quedan esperando. Salen, dicen que se van al cine con una amiga, pero no. Se van con el otro que a la vez también es uno de los que dijeron que se iba a jugar al fútbol.
¿Cuantas veces nos prometieron amor eterno y despues desaparecieron, cuando ya nos habíamos imaginado toda una vida, con hijos, una casa, autos y un jardín con pileta? Y despues de todo eso, de la noche a la mañana ya no estaba más. ¿Cuantas veces hicimos o nos hicieron eso? El divorcio empieza siempre por un matrimonio. 
Tarde o temprano, estamos todos destinados a convertirnos en un